martes, 17 de agosto de 2010

Marrakech (3): aventura en el ATLAS

Salaam aleikum a todo el mundo!!!
(bonjour para los franceses)

Para hoy habíamos organizado una visitilla a la cordillera del Atlas, que recorre el sureste de Marruecos en sentido oblicuo. No se si se entiende lo que he dicho pero lo importante es que están así como a 60km al sur-sureste de Marrakech.

La idea era salir a las 9 de la mañana, ir por las llanuras hasta los montes, subir y ver una cascada preciosa a la que solo se llega subiendo entre rocas, comer y volver para las 16h.
Y así empezamos, solo que no contábamos que lloviera, y no es que lloviera, es que diluvió. Salimos a las 9, atravesamos las llanuras, empezamos a subir el monte (todo esto en vehículo, claro) y cuando llegamos al pueblo final de la carretera, Set-Fatma, nos bajamos con una lluvia bastante fuerte.
Subir a la cascada, lo que se dice subir, subimos... pero nos pusimos finos con la lluvia (empapados que se ve en la foto 1) y sin ropa de repuesto.
En esta situación decidimos no comer en Set-Fatma, sino adelantar la vuelta a Marrakech para cambiarnos. Con ese tiempo no podríamos ver nada nuevo y lo acordado con el taxista ya estaba hecho (alguna paradita en el camino de ida a la cascada).

Así que empapados y mientras seguía lloviendo bajamos dirección la ciudad, calculé que si fuera como la ida estaríamos en el Riad (hotel) sobre las 14h. El taxista se frotaba las manos.

Amigo, si llueve en el monte el agua tiende a bajar, si llueve mucho tiende a bajar tierra consigo y si diluvia se lleva alguna que otra cosas por delante. Y en efecto, tuvimos que pasar con la furgoneta por encima de agua corriendo de lado a lado de la carretera, mientras aparecían cascadas fangosas por los ribazos del lado izquierdo y el río crecido, allá al fondo, de nuestro lado derecho.
Tras una serie de pasos complejos (en el que el taxista se dolía del estado de su coche) llegó el momento cumbre: LA CARRETERA ESTÁ CORTADA!!!! El paso de agua por encima de ella era tan fuerte que no se podía cruzar. La aglomeración de coches y de gente andando de un lado a otro mirando como una excavadora intentaba llegar al medio de la cañada para hacer un dique que desviara el agua a un aliviadero. El agua se había llevado el anterior muro que dirigía el agua.

A las 17h salimos del atasco... la ropa ya estaba medio seca, ventajas de que cuando deja de llover empiece el calor y la humedad ambiente no supere el 20%, y aun no habíamos comido. Fue un ramadam involuntario.

Llegamos a Marrakech, nos despedimos del conductor, que estaba el hombre un poco agobiado con el estado de su coche, compramos unas tortas deliciosas en un puesto callejero y nos fuimos al hotel a darnos una ducha y cambiarnos.

Mis playeras, muertas en combate, como debe ser. Que ya conocieron Grecia, Guatemala, Perú y ahora Marruecos.

Salimos del hotel sobre las 19h y salimos de los uros de la medina, a conocer uno de los barrios que nacieron cuando el protectorado francés:Gueliz. Todo un cambio respecto a lo que vimos los dos últimos días intramuros: avenidas amplias, ordenadas, limpias y... ROSAS. Toda la ciudad es del mismo color!!! Rosa.

Después de un par de vueltas nos volvimos a la plaza principal, un zumo natural a 4Dh (0,40€) y a cenar en los bulliciosos tenderetes callejeros de esta plaza.

Para rematar la noche, vuelta por el Zoco y un té de menta (que estoy yo viciadísimo con este té)

aleikum salaaam a todos

Alí MacGregor

2 comentarios:

  1. veo que esta siendo "emocionante".
    seguro que, quitando el agobio por mercaderes y "guias" callejeros, callejear,cenar en esos puestos, y terminar el dia en ese hotelito vale la pena.

    Un abrazo.

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  2. Mucho, merece la pena y mucho.
    Recomendamos comer y comprar en los zocos de la plaza de Jemaa el Fna, no es nada agobiante y sí muy divertido y bullicioso.

    aleikum salaam

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