martes, 19 de mayo de 2009

De historia y viajes

Hola a todo el mundo!!!!

Señoras y señores... este blog no tendrá partes por el todo mínimo hasta el 1 de junio (y ese día no estoy seguro): LA JEFA Y YO NOS VAMOS DE VIAJE (Seeeeeeeeeeeeeeeeeeee)
Es más, como dirían Hernández y Fernández: "yo aún diría más, nos vamos de VIAJE" a Guatemala (y sí, hemos visto las noticias).

La verdad es que no sé de cuándo me viene la querencia por conocer Latinoamérica, pero desde que recuerdo me llama mucho.
Ayer le iba contando a mi padre (por cierto Manel, íbamos a Vigo en tren) que cuando era pequeño me quedaron grabados (entre otras muchas cosas) una terna de hechos televisados que no tenía ni idea de qué iban, pero sí era consciente de que eran historia (un genio nunca fui: me daba cuenta de que a los adultos les levantaba expectación; desde luego ellos le daban más importancia a eso que a los Pitufos que echaban después del telediario).
El primero y quizá más evidente era lo de medio mundo mirando como tiraban un muro allá por el 89. El segundo lo de el asesinato de varios jesuítas en San Salvador (1989) y el tercero un montón de gente celebrando una victoria electoral en 1990 (más tarde sabría que era la victoria de Violeta Chamorro, que marcaría el final del Sandinismo y por tanto de la guerra y postguerra nicaragüense).

Evidentemente en los convulsos años 80 ocurrieron muchas más cosas, pero chico, qué quieres que te diga, esas tres no sé por qué se me quedaron grabadas junto a Dragones y Mazmorras.

Poco a poco me fui interesando más por la geografía e historia y voilá! aparecieron los movimientos sociales, que además de explicar las noticias anteriores descubrieron mucho más.

Es curioso cómo van madurando las cosas en la cabeza de uno, desde una justificación inicial de la violencia (guerrillas, etc) a fascinarse por los movimiento sociales pacíficos (por cierto, en este campo EE.UU. es un ejemplo fascinante con la resistencia pasiva del movimiento negro).

Evidentemente, latinoamérica no es ejemplo para muchas cosas, pero para otras es necesario conocerla. Por ejemplo en mi profesión, el trabajo social, no sería nada sin la fundamental aportación de los movimientos sociales de estos países (y de forma tan dispar como Argentina y Guatemala, que la verdad, me da que lo máximo que tienen en común es la lengua).

De todas formas, para no focalizar sólo en un campo, estos países están plagados de historia y mitos: las culturas precolombinas, la conquista, la época colonial, la independencia, etc. Hay mucho que ver.

En 2005 tuve la gran oportunidad de viajar a Nicaragua, y allí a su vez, la suerte de hacer un pequeño viaje por Honduras y El Salvador. Adivinad que vi: el sitio de Managua donde aquella gente celebraba una victoria electoral (el recinto construído para la visita del papa a Nicaragua), el recinto de la Universidad Centroamericana (UCA) donde aún hoy día viven los Jesuítas y está igual que aquella imagen de 1989... y mucho más: la controvertida Tegucigalpa, las ruinas mayas de Copán, la tumba de Monseñor Romero en San Salvador, la espectacular ciudad colonial de Granada (Nicaragua), mirar hacia abajo en un volcán y sobre todo: MAÍZ, MUCHO MAÍZ. Evidentemente no estoy respetando la ruta.

Un gran viaje y muchas conversaciones con autóctonos (mes y medio da para mucho) como para que me cuenten esas historias de la historia que siendo recientes da a conocer mucho más de la historia de estos países: relación iglesia-estado, jesuítas, Monseñor Romero, revoluciones, dictaduras, etc.

Sin ninguna intención de criticar a mis compañeros de viaje decir que lo malo de estos viajes con una orientación concreta (por no liarme más y resumiendo mucho: supervisar un proyecto de desarrollo) es que cuando toca hacer algo fuera de programa, los gustos varían tanto que todos nos quedamos un poco a disgusto.

Así que toca volver y ver cosas nuevas, y viajar con alguien que sabes busca lo mismo que uno (y viceversa)... estamos ansiosos por hacer el viaje.

Andan las noticias un poco revolucionadas por Guatemala. Decir simplemente que los líderes que están manejando las protestas hacen mucho hincapié en la absoluta necesidad de que sea un movimiento cívico y pacífico.

Sinceramente, es una gran oportunidad para ver un aspecto más de Guatemala.

2 comentarios:

  1. Estupendo comentario, sólo con leerlo me entran unas ganas enormes de irme para allá. Pasadlo muy bien, y cuando volvais, cuéntanoslo todo así, que ya estoy ansiosa por escucharlo.

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  2. Qué envidia más grande me dais. tened mucho cuidado, pero como cuando se viaja a cualquier otro sitio, pues esto es como lo de los perros que si te huelen el miedo atacan, pue sigual, ahí vais de viajecillo genial y sin miedo a ná, y así nunca os pasará ná de ná. el resto de los lectores de este blog estaremos levantando el país para que cuando volváis siga en pie, lo cual no significa que mejor, pero al menos en pie.
    besote.
    p.d: ¿en guatemala también se toman quesadillas, sincrionizadas y cosas de esas? ¿tienen queso de hebra? beuno, si lo hay comeros una en mi nombre acompañado de unn juguito de alguna futa de esas riquiqísimas que abundan por esos lares

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