¡Hola a todo el mundo!
Ayer en Estamos... que no es poco, y a colación de la muerte de Maritrini, Manel hizo su personal homenaje a los cantantes de una época de la música española: Maritrini, Patxi Andión y Camilo Sesto.
Cual conversación de cafetería a las dos de la mañana, entre comentarios blog y mi deriva mental habitual, acabamos mencionando el musical Jesucristo Superstar, y como no, acabó rondando por mi cabeza el resto del día.
De siempre compartí habitación con mi hermano mayor, entre las muchas...mmm... digamos peculiaridades, implicaba escuchar la música que traía a casa; así fue como con unos ocho años me quedaba dormido escuchando Tubular Bells (que por cierto, creo que le pasó el que ahora es mi cuñado y de la que al principio solo me gustaba una parte en la que se oían como gritos y rugidos, y que derivó en tener toda su discografía, creo) o unas grabaciones de un programa de radio de New Age. En su defensa tengo que decir que luego el escuchaba al grupo sueco-finés Hedningarna (que también le gusta).
Vamos, la típica relación fraternal bienavenida, uno trae una cosa, el otro protesta y al final nos gustan a los dos.
No se si fue por esa época o más tarde, que trajo a casa un disco doble de la ópera rock Jesucristo Superstar en español, me lo puso... y esa obertura me dejó enganchado (ya sabéis, chavalín escuchando y rebobinando todo el rato lo mismo) y el resto... también.
Pasó algo el tiempo y me dejaron la peli en VHS y me puse a verla, y enganchado otra vez. No es que tenga mucha idea de música, que es la forma suave de decir que no tengo ni pajolera idea de música, ni de escenografía o imagen... pero la verdad es que la película es impresionante en todos sus detalles, en como sigue el ritmo de la música o como las coreografías comunican parte de la historia que no se narra (canta), en como se demarca desde el principio la posición de los personajes y los conflictos entre ellos.
Ya comenté en un post anterior que me fascinan las expresiones culturales, y si estas parten de algo conocido y son capaces de dar una giro nuevo al hecho, mejor. Es el caso de esta obra.
Presenta la pasión de Cristo desde el domingo de ramos hasta su muerte, porque está hecha desde la perspectiva de Judas y su conflicto con el Jesús hombre.
La peli es de 1973 y está basada en un musical anterior (creo que 1971) en el que Jesús era el cantante de Deep Purple. El día del estreno, en Broadway, del musical hubo manifestaciones en contra de la obra por tratar a Jesús solo desde una perspectiva humana, de como se trataba el tema de María Magdalena y por supuesto, el sacrilegio de tratar el tema con ese estilo de música.
Dicen también los rumores que cuando se estrenó la película el Papa Pablo VI la vio en una sesión privada y que lamentó que la Iglesia no fuera capaz de transmitir la imagen de Jesús de una forma tan directa... vamos, que le gustó y que nada mas lejos de censurarla.
Algo que sí me llama la atención del largometraje es que el único personaje negro es Judas, solo se ven más negros cuando desciende a los infiernos, donde hay muchos más negros. Aunque parezca mentira, hasta le encuentro disculpa por narración (tampoco niego que mi actitud sea excesivamente benévola). Si los judíos vas vestido en plan hippy y queremos remarcar que hay alguno de ellos que duda de la actitud de Jesús y lo traiciona entregándolo porque el miedo, rencor, desentendimiento, etc. le corroe, lo identificas con el negro... y cuando baja a los infiernos, es dónde está la gente así. Si mi teoría mañanera fuese cierta, es un puntazo doble: porque no lo explican (queda al entendimiento del espectador) y porque se atrevieron a poner a los negros de traidores... eso es nada, toma política de corrección.
En fin, que ya he divagado bastante por hoy, que a quien no la haya visto, le aconsejo la vea, aunque no le guste, hay que darle una oportunidad, como a todo.
Sean MacGregor
Me gusta la película y me encanta la banda sonora. Yo también la descubrí a base de "peculiaridades". Estupenda la crítica, reflexionaré sobre el color de Judas.
ResponderEliminarcómo madrugamos.
ResponderEliminarsi, confirmo que toda la música de la que hablaste al principio fue transmitida a tu hermano por tu futuro cuñado.
yo siempre he opinado lo mismo que tu de lo del color de judas, pero creo que tu reflexón es buenísima.
buen día leticia
a mi también me llamó la atención lo de Judas, tal vez fuera una forma de garantizar financiación en esa época para un peli dificil de vender a los estudios... y puede que esto que se me ocurre no sea más que una chorrada; en todo caso la banda sonora es impresionante, la versión española mucho más que decente.
ResponderEliminarUn saludo... de última hora