martes, 30 de agosto de 2011

Os verdes castros.

Situación del castro de Santa Tegra
Hola a todo el mundo!

Sí! hemos estado de vacaciones y sí hemos ido de excursión por esta nueva y semidesconocida zona donde vivimos ahora. 
Solo por recapitular: desde hace siete meses nos hemos mudado de Santiago de Compostela a O Porriño (100 km más al sur y a nada de la frontera con Portugal), pequeña localidad del entorno de Vigo (Provincia de Pontevedra) lo que nos permite explorar nuevas zonas que conocíamos solo de oidas, pasadas esporádicas y por supuesto de leer, visitar o estudiar en el colegio. 

Ya en una entrada anterior indiqué nuestra intención de conocer las Zonas de Baixo Miño, Vigo, O Condado y el Morrazo, y viendo un poco las pocas entradas que he puesto, veo que empezamos por el buen camino: LAS FIESTAS GASTRONÓMICAS.
Pero como no solo es comer os presento la primera entrada de nuestras excursiones veraniegas: EL CASTRO DE SANTA TEGRA (en castellano Santa Tecla).
Reconstrucción de una vivienda del castro de Santa Tegra

El Castro de Santa Tegra está situado al extremo más suroeste de Galicia (Concello de A Garda), en la cumbre de un monte y con unas vistas impresionantes sobre el océano, Portugal, la desembocadura del Miño y la abrupta costa de esta zona de Galicia.
Esta "pequeña citania" tuvo su importancia cuando el río Miño era más estrecho y profundo (es decir más navegable) y se supone vigilaba unos pequeños muelles situados en unas islas situadas en la misma desembocadura.
Sector norte del castro donde se aprecia la muralla defensiva
Su esplendor tuvo lugar en los siglos I y II a.C. especialmente durante la ocupación romana y se estima que su decaimiento fue debido a la mejora sustancial de las vías terrestres (de los romanos) y la reorganización territorial romana forzó a reagrupar población en zonas más bajas y mejor comunicadas.

Aún así se estima que en ente poblado vivieron entre 3.000 y 5.000 personas, lo que en su momento era una población muy a tener en cuenta.
Vista de la costa gallega desde el Castro de Santa Tegra
Este poblado fue descubierto en 1913 cuando hicieron la pista para acceder a la cima del monte, y desde entonces se han realizado numerosas campañas de recuperación aunque queda mucho por hacer. En la parte más amplia levantada se reconstruyeron bastante las bases de las viviendas, lo que nos permite ver la estructura aparentemente desordenada del poblado y como funcionaban por conglomerados de edificaciones: vivienda, cuadra, talleres, etc.
Estas rehabilitaciones han sido muy criticadas porque implica rehacer algo de lo que el tiempo ya había demolido, pero desde mi perspectiva que indicaran (porque se ve perfectamente) que parte fue la que se encontraron y que parte es "nueva" para que nos hagamos una idea como eran estos sitios y su funcionamiento sirve para que nos acerquemos a curiosear y aprender sobre los asentamientos de nuestros antepasados.


Desembocadura del río Miño y la costa portuguesa
Al pie del monte Santa Tegra se encuentran los restos de otro castro, este situado ya en la periferia de la población de A Garda. Este está prácticamente si tocar para evitar los destrozos y que las inclemencias del tiempo lo deterioren.
Y por cierto, acercarse a  tomar un café o una cervecita al puerto de A Garda merece la pena por las vistas del océano Atlántico (y allá enfrente, todo recto, todo recto... América).


Nosotros fuimos al final de la tarde, como el día fue caluroso y las aguas por aqui tienden a estar poco menos que heladas, cuando se acerca la hora de la puesta se produce una neblina que se mueve muy rápido y que en este caso nos dejó una puesta de sol "velada" sobre el mar (en la imagen de la desembocadura del Miño se aprecia esta niebla).


En fin, esto es todo por hoy...
nos leemos
Sean MacGregor

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1 comentario:

  1. Lo de la neblina o atardecer es condición necesaria para visitar castros!!! (al menos en Galicia ;D)

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