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Hola a todo el mundo!!!!!!

Hoy me vais a tener que permitir (una vez más, creo) que me ponga un poco sentimental.

Va a tocar viaje... y ¡grande! muy grande...
Me temo que la jefa y yo nos vamos a mudar. Dejamos nuestro pequeño piso del Milladoiro, nuestro hogar, para continuar (que no empezar) con nuestra vida en O Porriño. Nos separamos más de nuestras familias sabiendo que aunque 100km no son tantos... pueden ser muchos.

Cuando algo me preocupa, reconozco que no soy ni la persona más comunicativa, ni la más afectiva, esto no me impide ser positivo, y suelo tener presentes tres ideas básica:

1. Optimismo hacia el futuro: "un optimista es un pesimista bien informado" (Mi cuñada en un comentario a una entrada de este blog)
   
2. No tener miedo a las decisiones: "si no decides tú, alguien decidirá por ti" (Campaña de una plataforma de asociaciones que no lo cumple, pero la cita es buena)
   
3. Si quieres que algo bueno perdure, ve haciéndole pequeños cambios: "Todo tiene que cambiar para que todo siga igual" (El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa)
   

y bueno... nuevas experiencias, nuevas referencias, nuevos sitios que conocer y explorar... que el mundo está lleno de recovecos hechos a medida para que los llamemos hogar, solo hay que tener los ojos bien abiertos.

Porque sin los ojos bien abiertos como sino iba a tener ese amor por una casita perdida en medio del monte, allá en el concello de San Sadurniño, ah! y esa quimera que yo llamo Coruña... no por lo que es (que también) sino por lo que representa, y ese pequeño pedazo de corazón que aun sigue danzando por centroamérica y sus gentes.

Hay mucho que ver y aprender por el mundo adelante.

Cuando tenía doce años fui sujeto de la mejor y más perfectas de las manipulaciones, realizada por esa persona que nos puede manejar también: nuestra madre. Suceso muy breve del que he aprendido mucho:

Nos acabábamos de mudar de Coruña a Santiago y yo había dejado atrás a mi ciudad y a mis amigos desde los cuatro años. Ahora no se si lo llevé bien o mal, pero si recuerdo que el cambio no me gustó nada... un día oí a mi madre decirle a una vecina cuando yo creía que ella no sabía que la oía: "¿Javier? Javier tiene una gran capacidad de integrarse, no es de andar a lamentándose". Os imagináis lo que pasó... Ah! pues se ve que tengo capacidad de adaptarme, pues tendré que adaptarme... y empecé a encontrarme mejor, porque era lo que se esperaba de mi. Y Santiago no era tan malo... ni lo es.

Si alguien le este blog desde hace tiempo recordará una entrada donde contaba un cuento de Saint Exupery en el que contaba una historia muy parecida (pero de aventuras)

Lo que si tengo claro es por qué nos mudarse no es siempre algo agradable y bonito pero lo hacemos para labrarnos una vida mejor, que por mucho que nos quieran los que tenemos cerca nos la tenemos que hacer nosotros... sino no vale la pena o peor... nos acabamos. Y gracias a dios la persona con la que comparto el camino es inquieta e inconformista...así que el camino no ha hecho más que empezar.

Remato con una pequeña coincidencia:
- El día de mi cumpleaños mis padres me regalaron una brújula-reloj de sol.

Y dos citas:

• "Hay gente que dice que el mundo es muy pequeño, eso es que no lo han medido" (Frase de publicidad de productos topográficos)
• " Qué me traerá la próxima marea" (Náufrago)

un saludo a todos
Sean MacGregor