jueves, 14 de mayo de 2009

Optimismo patológico

Hola a todo el mundo!!!

Anda rondando por mi cabeza una reflexión de ésas que están a medio parir; a ver si escribiendo pongo en orden y sale de una vez.

BIENVENIDOS A LAS IDAS DE OLLA DE JAVI

Bien, como es habitual en mí, partiré de una serie de premisas que en algún momento entrelazaré con mayor o menor fortuna.


1. Oyendo los medios de comunicación y hablando con gente que tengo cerca noto como el mundo anda enfadado y con miedo. No digo que no haya motivos, los hay, y muy fuertes, pero realmente creo que nos dejamos llevar por la situación y para andar cabreado por el mundo, prefiero no andar por él y crear mi reducto.
Esto nos afecta de sobremanera; para muestra un ejemplo.
Resulta que hablando con una persona contratada por una asociación, esta persona ve como su contrato puede terminar en los próximos meses ya que la ONG tiene una solvencia no limitada... limitadíiiiiiisima, pero el trabajo la hace animosa. Su compañera de oficina (en la misma situación) lo lleva peor, cada día el umbral de estrés es más bajo y al tener un carácter explosivo esto se traduce en nervios, gritos y el típico "TODO ES UNA MIERDA Y NO HAY NADA QUE HACER". Bien, pues la primera técnico ha ido absorbiendo, poco a poco, la negatividad de la segunda y ha terminado por reventar. Dado su carácter (justo al contrario que su compañera) más que explotar, implosiona... menos escandaloso pero igual de negativo a nivel personal.

2. Coincide también que hace unos años estuve en Nicaragua con un proyecto de una ONG. Sigo en contacto con ellos y ahora desde allí me piden si existe alguna posibilidad de desarrollar algo nuevo, "QUE HAY MUCHO QUE HACER".

Cuando estuve por allí una de las cosas que me llamó la atención es la capacidad de empezar de nuevo y que siempre hay alguien que tira de nuevo de los demás... no siempre lo hacen bien, no siempre termina bien,... pero hacen algo.

Evidentemente las situaciones son muy distintas, la verdad, tengo mucho más que perder yo (material, otras cosas ya no las evalúo) que cinco familias nicaragüenses juntas, por lo que el miedo a perder lo que tengo es superior al de ellos. Esto se acaba traduciendo en que el miedo a iniciar algo es superior, no por perder lo que tengo, sino por perder lo que inicio en ese momento. Curioso.

A lo que quiero llegar es que una de las grandes taras de la sociedad avanzada es su estancamiento social, su "apijotamiento". Considero que el estado tiene una gran responsabilidad cara sus ciudadanos (vamos, que al leer cuatro líneas mías se me ve el plumero de mi orientación política) pero también al revés... contamos tanto con que el estado arregle las situaciones puntuales y personales que no tomamos iniciativas sociales. Bueno sí, la de despotricar y criticar (invito a leer comentarios de los lectores de noticias en las ediciones digitales de los periódicos, sobre todo de periódicos pequeños como El Correo Gallego: proponer poco, criticar todo).


A lo largo del día hay muchos temas que me afectan: ver el paro a mi alrededor, aumento de violencia en el entorno en el que vivo, inestabilidad laboral, el día a carreras... muchos problemas, sí. Pero al final del día acabo en mi casa con quien he decidido estar en mi casa, y si me dejo llevar no disfruto, ni siquiera de lo que quiero y he conseguido.

Por supuesto no quiero decir que esto arregle nada, pero fijo que no ayuda a destrozar lo que bueno que hay, y si no proponemos desde una perspectiva constructiva no conseguiremos, ni siquiera, mantener lo que hay porque se desgasta y mucho más en momentos bajos.

Viene a resumirse en la pirámide de necesidades de Maslow: cubiertas unas necesidades subimos al escalón siguiente para cubrir unas nuevas y así sucesivamente desde las más primarias a la autorrealización (eh! que esto es psicología, no parapsicología). Y no conseguir cubrir una necesidad superior en la pirámide no quiere decir que se tumben (o tumbemos) las inferiores.



Vamos, que tengo problemas, pero también cosas buenas que me gusta disfrutar tomando una cervecita.


Sean MacGregor

3 comentarios:

  1. si algo he aprendido en la vida es lo que realmente importa en el día a día, lo cual no significa que no te dejes arrastrar por el miedo, inseguridad, y el tener. siempre recordaré lo que me dijo un paciente hace ya varios años " me entretuve tanto en tener una casa, en tener un coche, en darle todo lo que creía que quería mi familia, que al final no he disfrutado de mis hijas, ni de mi mujer y no he hecho otra cosa en la vida que trabajar, y ahora que he vuelto de suiza y se supone que lo tengo todo, lo pierdo porque tengo este maldito cáncer y tampoco ahora voy a disfrutarlo" este comentario me sigue removiendo por dentro. nosotros vivimos con las necesidades fisiológicas cubiertas ¡graciasa Dios!, y con mucha inseguridades secundarias a lo laboral, y a los compromisos adquiridos (hipotecas, créditos...). Pero estas inseguridades, estos miedos no pueden hacer que perdamos la capacidad de asombrarnos, la capacidad de descubrir lo bueno y bonito del mundo cada día, no pued ser que estemos hipotecando, además de nuestra casa, nuesra vida y cargándola de constantemente de energía negativa, porque quizás cuando quiera vovler a vivir ya no sepa hacerlo y si aún lo sé hacer puede que ya sea tarde (esperemos que esto último no sea así). no debería pasar un solo día ene l que de verdad no sonriésemos a alguien con ternura, un solo día en el que no nos rieramos de algo con ganas , ni un solo día en el que no le digamos a los que queremos que les amamos. no debería de pasar un solo día en el que no contempláemos lo pequeñitos que somos en el medio de esta tierra y lo grande y preciosa que es la naturaleza. en fin que hay que vivir y disfrutar de los grandes momentos, pero lo que de verdad recarga el día a día son los pequeños momentos y no hay que dejarlos escapar porque si no nos volvemos grises.
    un besote y OS QUIERO MUCHÍSMO

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  2. Me parecen muy acertadas vuestras palabras, tanto las de Sean como las de la Dra. Queen, las secundo.
    Es fundamental saber valorar lo que tenemos. La mayoría de las personas contamos al menos con un motivo para ser feliz, y encontrarlo es la única forma de coger fuerzas y conseguir saltar los muros que aparecen en nuestra vida.

    Un optimista es un pesismista bien informado. Lo contrario, aunque es lo que se piensa en general, es mentira.

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  3. me encanta la frase de Mª de un optimista es un pesimista bien informado. ¡Genial!

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